Resulta increíble ver cómo la labor del Hospital del Niño Poblano se puede borrar de un sólo plumazo: Pablo Fernández del Campo
· Los argumentos del PAN para aprobar la desaparición del HNP son simplistas.
· Recuerda Fernández del Campo que el Hospital es un centro especializado de atención pediátrica para atender especialmente a personas de escasos recursos.
Por Raquel Martínez Brenis
La mayoría de legisladores agrupados en torno al PAN votaron a favor de la desaparición del Hospital del Niño Poblano como tal, para convertirlo en un organismo de la Secretaría de Salud.
La fracción del PRI en el Congreso votó en contra de esta decisión. Resulta increíble ver cómo la labor de esta institución se puede borrar de un sólo plumazo, con el riesgo de que este hospital se convierta en otro más y se pierda la atención especializada, la capacitación y la investigación que le había caracterizado, incluso como modelo regional, argumentó el diputado Pablo Fernández del Campo.
El PRI señaló que los argumentos del PAN para aprobar la desaparición del Hospital del Niño Poblano son simplistas al señalar que las mismas funciones de esta institución las realiza el sistema de salud del estado cuando la sociedad ha podido juzgar durante más de 20 año que no es así.
Fernández del Campo destacó que el Hospital del Niño Poblano se convirtió en un centro especializado de atención pediátrica principalmente para familias de escasos recursos, cuyas historia de vida están ahí a lo largo de cuatro lustros y en el corazón de aquellos menores que superaron enfermedades de gravedad.
Mientras los diputados del blanquiazul votaban a favor de la desaparición del Hospital del Niño Poblano y el PRI en contra, afuera del Congreso trabajadores de la institución realizaban una manifestación para protestar por despidos injustificados, por jubilaciones seguras, por la defensa del empleo, el rechazo a los contratos por hora, mejores condiciones laborales y por salarios dignos.
Ante las protestas de los trabajadores, las puertas del Congreso fueron cerradas y en los alrededores del recinto legislativo, docenas de granaderos fuertemente armados esperaban alguna orden para desalojar a los inconformes del HNP. Después de las 15 horas trabajadores y cuerpos policiacos abandonaron la zona sin que hubiera, en esta ocasión incidente alguno.
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