jueves, 5 de febrero de 2015

SABERSINFIN

Las enseñanzas de la “momia yogui”.
“Los temores están en mí: nada me detendrá”.
Abel Pérez Rojas.
La semana pasada diversos medios refirieron una noticia sobre el descubrimiento de una momia encontrada en flor de loto. La nota da pauta para trascender la primera impresión y hacer pausa para la reflexión.
A pesar de que todos sabemos que tarde o temprano moriremos, la vida que hemos llevado nos arrincona en el miedo en sus diferentes niveles, al desconocer la forma, el momento y lo que sucede después de la muerte, por supuesto.
Es obvio que la percepción que tenemos de la vida y de la muerte -de nuestra muerte- no es la misma con el paso de los años. En la infancia y juventud se ve la muerte como algo tan lejano que parece que nunca llegará.  Pero nuestra percepción cambia y empezamos a reflexionar que no es así cuando alguna persona muy cercana a nosotros fallece. Entonces nos cimbra la toma de conciencia de nuestra mortalidad.
Es común perder de vista cómo la percepción de nuestra muerte está íntimamente ligada con la cosmovisión que vamos conformando con el paso del tiempo.
Mientras sigo viendo la foto de la momia en flor de loto pienso que el hallazgo, visto como un hecho aislado, puede quedar como mero dato curioso o extraño, pero es importante enmarcarlo en el contexto de otros casos que nos llevan a tener presentes los beneficios de la meditación en la vida y en la muerte.
La “momia yogui” provocó que recordara al monje budista Thich Quang Duc quien se inmoló como protesta a la represión religiosa del gobierno ultra católico de Ngo Dinh Diem, y que según los relatos del periodista David Halberstam: “Mientras se quemaba no movió ni un solo músculo, no pronunció ni un sonido, su compostura contrastaba con los lamentos de las personas a su alrededor”.
El hallazgo mortuorio también me hizo traer a colación diversos casos de enfermos terminales que a través de la práctica de la meditación – a veces sin guardar las posturas recomendadas por impedimentos físicos- han logrado coadyuvar en sus tratamientos o en tener decesos menos dolorosos.
Es el caso del australiano Denis Wright, quien a mediados del 2013 cobró cierta notoriedad porque fue desahuciado varios años atrás a causa de un tumor cerebral agresivo, y a partir de meditar profundamente sobre su vida y su proceso degenerativo, aprovechó su último trecho publicando intensivamente en su blog sus hallazgos, los cuales traducidos en sencillas máximas dieron como resultado 10 consejos para aprovechar la vida, que circularon por todas partes en redes sociales.
Como se puede ver tenemos frente a nosotros y a nuestro alcance estados de conciencia que ponen en evidencia la limitadísima forma en que vivimos, la lamentable pobreza en la que morimos y la invaluable oportunidad de potenciar nuestro ser desde ahora. ¿No le parece?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.


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