Por Mireya Ramírez Martínez
Con un aplauso que estuvo a punto de hacer caer el Teatro Principal de Puebla, el público premió Alicia en el Circo de las Maravillas por la magnífica actuación de los 15 graduados de la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas.
El representante del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y del Secretario de Educación Pública, Luis Maldonado Venegas, el maestro José Antonio Praga Valle, acompañó al rector de la Universidad Mesoamericana, Salvador Calva Morales y el director de la Licenciatura, Julio Revolledo Cárdenas, en la entrega de las cartas de pasantía a los recién egresados. No sin antes reconocer el magnífico trabajo realizado, tanto para la ejecución de los actos circenses como en la producción del espectáculo, que en breve empezará a presentarse en diversos escenarios de la república mexicana.
Un fondo multimedia contó parte de la historia del recordado cuento de Lewis Carroll, pero lo que hizo vibrar a los espectadores fueron los actos de hula hoops, trapecio doble, equilibrio en escalera, aerealista, blondin, malabares y payasos.
Sin duda alguna, el magnífico vestuario y los efectos especiales, así como la musicalización, dieron un estupendo marco a la obra adaptada para esta función por el alumno Alfonso Meléndez Sabido, que además ejecutó un acto de cuerda elástica (blondin).
La mayor espectacularidad se vivió con el dramático duelo en trapecio doble que escenificaron la malvada Reina de Corazones y la gentil Reina Blanca, encarnadas por Georgina Elisa Infante Tiscareño e Itzel Adriana Acosta Macías.
Enre los aplausos más sonados estuvo el acto de cuerda floja a argo de la Oruga Azul, Arturo Olguín Juárez.
Alicia fue interpretada Graciela Janette Moreida Narez, quien presentó manipulación de prismas.
Azahalea Maraña Alcalá, con su acto aerealista y número de patines interpretó al Gato de Cheshire. Mientras que el pájaro Dodo (Joselyn Domínguez Montero) mostró gran agilidad en hula hoops.
Para desternillarnos de risa, el Conejo Blanco cobró vida con Juan Carlos García Santín, payaso y equilibrista de rola, y otro conejo, José Gerardo Peregrina, nos asombró con su acto de equilibrio en monociclos y fuego en altura. Por vez primera vimos a El Sombrerero ejecutando malabares, número a cargo de Ángel López Mota.
Los gemelos Humpty Dumpty, fueron protagonizados por Claudia Guadalupe Caballero Peñaloza, payasa y equilibrista y Alfonso Guzmán Cervantes, clown con equilibrio en escalera libre.
El circo nos hizo niños otra vez y así pudimos admirar el trabajo de los los naipes: Marco Antonio Alvarado Luna, con su número de malabares y equilibrio en escalera; Israel Enrique Muñoz Paz, clown y equilibrio con objetos gigantes, Oscar Flores Elisea y su acto de malabares con rebote.
El trabajo de los jóvenes dejó ampliamente justificada la existencia de la entrada del circo en la academia.
En su discurso final el rector de la UMA pidió a los jóvenes esforzarse por presentar sus exámenes profesionales y realizar tesis, que permitan iniciar un acervo mexicano sobre la ejecución de las diversas especialidades de las artes escénicas enmarcadas por el circo.
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