jueves, 3 de marzo de 2011

Manuel Urquiza nuevo director de SOAPAP tuvo señalamientos en Querétaro por enriquecimiento inexplicable.

                  Si se le comprobaron o no esa es otra historia.
Uno de sus probables proyectos, como en Querétaro, es el de aumentar el precio de las tarifas del agua potable,” porque según él “la gente gasta más en teléfono”.
Intolerante acostumbra responder a quienes no están de acuerdo con él, “voces necias”.
El sistema Operador de Agua Potable está siendo desmantelado por el queretano Manuel Urquiza Estrada, quien trae para Puebla proyectos que utilizó en el estado de Querétaro. Entre ellos privatizar los servicios que presta la paraestatal, entregar a particulares la construcción de obras hidráulicas y aumentar sustancialmente el precio de las tarifas, como en Querétaro en casi el 300 por ciento, porque la gente gasta más en teléfono según dice.
Para ello trajo a su equipo de la ciudad de Querétaro  quienes llegaron con mucha prepotencia, humillando a los trabajadores poblanos, a los que con la única acusación de que son priistas los han despedido ilegalmente.  Tanto Urquiza como sus legionarios son panistas fanáticos, que trabajaron en el gobierno pasado de Francisco Garrido Patrón.
Manuel Urquiza Estrada puede ser que  tenga proyectado para Puebla desarrollar  una obra del tamaño de la que hicieron en Querétaro Acueducto II para que particulares hagan millonario negocio, solamente que en Puebla no tenemos grandes ríos.
Lamentablemente Manuel Urquiza, paralelo a su capacidad profesional, que probablemente es incuestionable, trae una cola de malos manejos con los recursos que operó cuando fue vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Agua en Querétaro. Es además intolerante, como buen panista. Cuando un grupo de especialistas llamado el Grupo de Los Cinco de aquella entidad federativa lo cuestionaron sobre una serie de irregularidades  en el proyecto de Acuedúcto II,  en forma insolente les respondió “voces necias” y “no tengo ningún comentario al respecto”.
El 26 de septiembre de 2009 la nueva Legislatura a punto de entrar en funciones pidió investigar el enriquecimiento inexplicable de “Manuel Urquiza” durante su paso por la CEA. Para el 27 de marzo de 2010, el periódico La Jornada por medio de su corresponsal Mariana Chávez, publica que la “Entidad Superior de Fiscalización (ESF) detectó irregularidades en las cuentas públicas de la Comisión Estatal de Aguas (CEA) correspondiente al segundo semestre de 2008 por 113  millones de pesos”.
La ESF que preside Rafael Castillo Vandenpeereboom, realizó 61 observaciones a la CEA  sobre presuntas irregularidades. La ESF aclaró que el 23 de diciembre de 2009 comunicó a la CEA –que presidió Manuel Urquiza Estrada hasta el 30 de septiembre de 2009– las observaciones con la finalidad que esa entidad las solventara.
La CEA pagó 20 mil pesos en medicamentos que no forman parte de su botiquín y corresponden a prescripciones específicas; realizó transferencias electrónicas por 33 millones de pesos al cierre del ejercicio de 2008 y fueron aplicados de enero a mayo de 2009.
También pagó anticipos superiores al millón de pesos a una empresa sin haber recibido la fianza; realizó ajustes de auditoría y afectó la cuenta de patrimonio denominada resultados de ejercicios anteriores, en el cual corresponde a cargos negativos por 31 millones de pesos.
La CEA facturó por 98 mil pesos a 350 usuarios sin respetar las tarifas autorizadas, quiso cobrar a más de 150 usuarios dos mil 700 pesos por saneamiento, dejó de facturar 49 mil pesos por concepto de saneamiento y ocho millones más por alcantarillado a 108 mil 238 usuarios.
 A Manuel Urquiza también lo hizo comparecer la Contraloría del Gobierno de Querétaro por irregularidades encontradas en sus cuentas al frente de la CEA.
Además con el pretexto de "restructuración tarifaria para un mejor abasto de agua",  Urquiza Estrada incrementó el precio del agua, porque insistió en que los usuarios “deberían pagar precios reales ya que en Querétaro la gente gana bien, nadie  gana el salario mínimo”, cuando un importante sector gana menos de un salario mínimo.  La intención de Urquiza fue la de aumentar las tarifas del agua en 234 por ciento, porque según el funcionario de marras, la gente gasta más en teléfono.
Un gimnasio de 700 mil pesos para el señor Urquiza.
En el colmo de los despilfarros, Manuel Urquiza, hoy responsable del SOAPAP en Puebla, tuvo el descaro de gastar 700 mil pesos del erario para instalarse un gimnasio. Según las indagatorias a sus cuentas públicas se encontró que el “señor”, como tiene fama de ser deportista, karateca para ser precisos, ordenó se le instalara equipo “Cardiovascular y de Fuerza”, por un monto de $697, 210.08 pesos, un gasto absurdo que nada tiene que ver con el tipo de servicios que presta la Comisión  Estatal de Agua, causando un quebranto a las finanzas del organismo.
Este es el tipo de sujetos prepotentes de otros estados que hoy vienen a seguir haciendo negocios, ahora a nuestras costillas, dejando sin trabajo  a cientos de trabajadores que fueron despedidos con liquidaciones muy por abajo como lo marca la ley federal del trabajo

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