martes, 30 de julio de 2013

SABERSINFIN

El futbol mexicano está podrido
(1ª de 3 partes)
Abel Pérez Rojas
“Son incalculables los efectos nocivos
del futbol convertido en espectáculo”
Abel Pérez Rojas
 
Para los fanáticos mexicanos al futbol la semana pasada fue el acabose. La selección mexicana de futbol – el autollamado “Gigante de CONCACAF” – fue eliminada de la Copa Oro por la modesta Selección Nacional de Panamá, la selección 51 de la clasificación de la FIFA y cuyos máximos logros han sido un subcampeonato en la Copa Oro 2005 y el campeonato y subcampeonato en la Copa Centroamericana 2009 y 2007 respectivamente. La selección panameña jamás ha participado en un Campeonato Mundial de Futbol ni en Juegos Olímpicos.
La exclusión mexicana en Estados Unidos estuvo precedida de desorganizadas actuaciones ante representativos débiles; la baja en la primera ronda de la Copa Confederaciones y una raquítica eliminatoria mundialista que le tiene al borde de la eliminación.
Para los fanáticos mexicanos el problema de la selección de futbol está en la mala dirección técnica de José Manuel “Chepo” de la Torre.
Ante la relevancia que tiene el futbol profesional, en particular el actuar de la Selección Nacional,  en la salud emocional y económica de los mexicanos, es necesario realizar un proceso crítico al respecto y no sólo quedarnos con la opinión de los fanáticos de a pie y de los medios de comunicación.
Es sano realizar algunas puntualizaciones:
La Selección Nacional de Futbol no es la selección de México ni de los mexicanos. Explico. La Selección Nacional de Futbol es el representativo de los dueños de los equipos de Primera División y en particular del grupo que controla dicha división. Para nadie es un secreto que el duopolio televisivo es quien impone condiciones a la mayoría de los equipos y a la Selección Nacional. Por lo pronto tienen la exclusividad de transmisión del representativo en los próximos 10 a 15 años.
Por otra parte, como el futbol mundial ha sido monopolizado por la FIFA, se han creado lagunas, vacíos y excepciones que soslayan las legislaciones nacionales. Por ello, a nivel mundial el fútbol profesional se ha convertido en uno de los negocios globales y de control social más efectivos. México no es la excepción.
Si la Selección Nacional de Futbol, que es pieza de un negocio particular, fuera de los mexicanos, debería de haber pasado por un proceso de nacionalización o por lo menos de la tutela, supervisión u orientación de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) que es la “institución del gobierno mexicano, encargada de desarrollar e implantar políticas de Estado que fomenten la incorporación masiva de la población a actividades físicas, recreativas y deportivas que fortalezcan su desarrollo social y humano, que impulsen la integración de una cultura física sólida… que promuevan igualdad de oportunidades para lograr la participación y excelencia en el deporte”.
Por si fuera poco una de las fórmulas exitosas del negocio del futbol profesional es polarizar a los mexicanos; así los “azulcremas” no pueden ver a los “rayados” y los “escarlatas” a los “azules”, etc.  Han creado “clásicos” para acentuar la confrontación. Alcanzada la división, la Selección Nacional aparece como la tierra sagrada de los “patriotas”, único recinto para que todos dejen su militancia y asuman la misma piel: la tricolor.
Como puede ver todo es falso patriotismo, por ello no sufra por las derrotas de una empresa privada mal dirigida.
Continuaré con este análisis,  por lo pronto le sugiero que si verdaderamente quiere apoyar a México vea menos futbol, ejercítese y lea más.
Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/abelperezrojas) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com. 
 

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