lunes, 15 de julio de 2013

SABERSINFIN

Empobrecimiento de nuestros barrios

“La fortaleza de nuestros barrios es adhesivo al tejido social”

Abel Pérez Rojas

En México los barrios son demarcaciones con identidad propia que generan sentido
de pertenencia  por su historia, por su arquitectura y porque son nodo básico en la extensa red de  urbes, poblados y comunidades.

A diario un lento e invisible empobrecimiento físico y humano carcome nuestros barrios  ¿Cómo detener o al menos mitigar las agresiones a estas áreas vitales de convivencia?

Los barrios son piezas clave en los lugares que han obtenido la denominación de Pueblo Mágico, Ciudad Educadora o Ciudad Patrimonio de la Humanidad porque ahí confluyen edificaciones, condiciones geográficas y  peculiaridades étnicas o culturales que crean ambientes únicos.

Así, los barrios de nuestro país a veces son refugio de grupos étnicos adaptados a la urbanidad que por ello conservan gastronomía, fiestas religiosas sincréticas y usos y costumbres que parecieran sólo de zonas indígenas.

Por si fuera poco los barrios arropan a intelectuales, artistas, deportistas y personas comprometidas con su localidad.

Es decir, en los barrios se observa en micro el principio que sustenta a las Ciudades Educadoras: el entorno ciudadaniza a las personas y las personas humanizan al entorno.

Diariamente las edificaciones de los barrios son dañadas ambiental y humanamente, como el saqueo silencioso, restauraciones inexpertas, destrucciones indolentes o intervenciones solapadas por la corrupción gubernamental.

Por otro lado, la desorganización, la falta de diálogo, las migraciones, la incomprensión intergeneracional, la violencia intra y extra familiar,  entre otros fenómenos sociales, desgastan la cohesión social que sostiene el venaje humano de los barrios.

Ante la importancia del espacio y la magnitud de sus problemas es vital recurrir a experiencias exitosas para tomarlas como referente y frenar el empobrecimiento tangible e intangible.

Allende fronteras están documentados casos a seguir.  Invoco un par: “Espacios educadores en barrios del Sur” (Buenos Aires, Argentina) y el proyecto “Cultura en el barrio” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO); el  primero propició la apropiación educativa de espacios públicos y el segundo ha fomentado proyectos en diversos países utilizando la cultura como medio de diálogo, tolerancia y desarrollo sostenible.

En México hay experiencias que deben difundirse profusamente – ya me ocuparé de algunas posteriormente - como la que desarrolla el pedagogo y comunicador Luis Fernando Paredes Porras, quien en cinco años ha conformado un grupo de colectivos en Tuxtepec, Oaxaca convirtiendo al barrio La Piragua en  ejemplo creciente de “Barrio Educador” y epicentro de una extensa red de símiles en el sureste mexicano.

Por cierto, mientras usted lee este artículo, en uno de los barrios más emblemáticos de Puebla, Puebla  – El Carmen – se desarrolla la feria patronal, una festividad absorbida lamentablemente por el comercio informal y el pago de facturas políticas. En esta concentración las autoridades municipales han excluido de la organización a los vecinos y  marginaron el talento del barrio. Para que dimensione la omisión pongo un referente: tan sólo en un radio de tres cuadras se ubican cinco universidades y viven o laboran artistas e intelectuales de talla nacional e internacional.

Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/abelperezrojas) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com.

 

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