Raquel Martínez Brenis
Mal terminó el fin de semana para el candidato de Puebla Unida Antonio Gali Fayad, con el escándalo desatado por su intolerancia mostrada ante estudiantes de la Universidad de las Américas que no querían escucharlo y la poca paciencia e incapacidad mostrada para sortear el momento.
Los estudiantes que le aventaron huevos a su camioneta y le pidieron al candidato panista que no hablara en su universidad, también mostraron falta de tino e intolerancia en la manera de manifestar su inconformidad contra Antonio Gali, ex secretario de Infraestructura y amigo del gobernador Rafael Moreno Valle.
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| Pocos estudiantes de la UDLA asistieron al evento, la mayoría del equipo de campaña |
Si no querían escuchar lo que el candidato quería decir, no hubieran estado presentes al evento de Antonio Gali que según versiones, el candidato y su comitiva hacían mayoría en el salón, ya que pocos estudiantes respondieron a la convocatoria del candidato panista.
Si se trató de un acto de provocación, el candidato Gali Fayad cayó redondito mostrando su falta de oficio político, tolerancia y la prepotencia que ya es clásica en la presente administración gubernamental. Haberse enfrentado a los inconformes gritándoles que si no querían escucharlo que se salieran y luego que sus guaruras hayan sacado a golpes a uno de los inconformes, lo dejan muy mal parado ante los electores.
¿Qué pasarían en el hipotético caso que ganara la presidencia municipal de Puebla? Respondería a toletazos y con gas lacrimógeno cada que un grupo de ciudadanos le manifestara su desacuerdo por obras innecesarias o por falta de trabajo?
Por lo pronto en su mismo partido el PAN han manifestado vergüenza por esta actitud de Gali Fayad y le piden que presente una disculpa a la Universidad de las Américas por faltar al respecto a los estudiantes.
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