lunes, 4 de julio de 2011

Cada vez más, desaparecen áreas verdes en la zona de los fuertes.

Por Raquel Martínez Brenis
Teatro al aire libre
El gobernador Rafael Moreno Valle en su toma de posesión el primero de febrero anunció con bombo y platillo la recuperación de predios públicos en manos de particulares, fue así como advirtió que en ese momento giraba instrucciones a sus funcionarios para que recuperaran el predio en poder de Ricardo Henaine llamado "Valle Fantástico”.
A la venta propiedad federal
Sin embargo el gobernador omitió mencionar los predios que usufructúan particulares como el que  tienen en su poder los dueños del Tecnológico de Monterrey en la misma zona de la Reserva Territorial Atlixcáyotl, así como el Hospital Ángeles, sólo por citar dos ejemplos de muchos predios en las mismas condiciones. Por cierto que el terreno que ocupa el “Tec” y que les fue “regalado” por el gobernador Melquiades Morales
 tenía una ciclopista que tuvo un costo de varios millones de pesos pagados con dinero del erario y que fue “desaparecida”.
Pues bien, don Rafael Moreno Valle entusiasta recuperador de bienes públicos, no ha tenido el mismo cuidado y empeño en hacer lo mismo con predios de la zona histórica de los fuertes.
Se vendió la propiedad federal y el Teatro al aire libre lo
desaparecieron. ¿Y el gobernador recuperador
de propiedades del estado?
A la subida del cerro de Loreto sobre la calzada Zaragoza existía, hasta hace unos días un área verde con teatro al aire libre. Algún funcionario corrupto hizo negocio con ese predio y hoy ese teatro desapareció bajo grandes cantidades de tierra.
Es así como cada día “desaparecen” áreas verdes de esa zona histórica, que son propiedad federal y que autoridades corruptas han entregado a particulares, por lo que de un tiempo a la fecha se pueden ver en su lugar, refaccionarias, cantinas, fraccionamientos y otro tipo de negocios.
El gobierno morenovallista que se alzó como “justiciero” de los bienes públicos, debe demostrar que la cruzada anunciada aquel primero de febrero, no fue únicamente una maniobra mediática para vengar afrentas personales y sí la estrategia legal de recuperar lo que es de los poblanos.






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