miércoles, 5 de enero de 2011

Repudio popular al incremento al pasaje, de un servicio de transporte que ha matado a docenas de ciudadanos.

“Carcahas” y chafiretes borrachos y drogados son la constante.
Una verdadera agresión fue la que sufrió la ciudadanía con el incremento al precio del pasaje, que sumado al incremento a los precios del gas, gasolinas y todos los artículos de primera necesidad, agravan la economía de las familias poblanas.
          El rechazo al incremento en el pasaje recibió una rotunda condena de parte de los ciudadanos, quienes habían recibido la promesa que no se daría ningún incremento a este servicio, que tiene la obligación de brindar el estado.
          Sin embargo tuvieron que esperar las vacaciones de diciembre, y escogieron precisamente el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, co
mo diciendo, ciudadanos inocentes que creyeron el cuento de que no habría incremento.
          Como se recordará, durante los últimos meses del años recién terminado, se llevaban negociaciones entre la secretaría de Gobernación del estado y los permisionarios quienes exigían un incremento de 8 pesos, y que para ello habían realizado un paro del transporte como medida de presión; sin embargo Valentín Meneses amenazó con sanciones para los paristas entre las que se encontraban el retiro de concesiones, pero por otro lado dejándose chantajear, les ofreció un peso de incremento, cantidad rechazada por los permisionarios que exigían mínimo 7 pesos. En esas estaban en Casa Aguayo, cuando les llegó, a funcionarios y transportistas la fatal noticia de que en esos momentos uno de sus chafiretes de la ruta 52 con la unidad carcacha número 53, con su loca carrera, normal en ellos, había volcado en el bulevar 5 de Mayo y 2 sur, asesinando a la ama de casa Rosa María Herrera  Hernández de 43 años, atropelló a dos jóvenes que estaban en la esquina e hirió a diez pasajeros. Esa unidad asesina circulaba con permiso provisional, con llantas lisas, una verdadera carcacha.
          Esa noticia obligó a Valentín Meneses a romper las negociaciones ante el repudio de la gente y los medios nacionales y locales, informando que ya no habría aumento. Desgraciadamente solamente pospusieron el incremento al pasaje para el 28 de diciembre. Una verdadera burla para los poblanos.
          El accidente narrado, nada más había sido la gota que derramó el vaso de las atrocidades que cometen a diario los transportistas contra los ciudadanos en forma impune. Los concesionarios con la complicidad de los funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tienen un parque vehicular en condiciones tan deplorables que 3 pesos sería caro.
          Las pocas veces que la SCT ha realizado “operativos” con presencia de los medios, se ha topado con choferes que manejan drogados o borrachos, como fue el caso del chafirete de la unidad 45 de la ruta Galgos del Sur de nombre Julián Espinal Tobón quien era acompañado de su hermano Julio de los mismos apellidos, que borracho y drogado se pasaba los semáforos en rojo y al ser detectados por una patrulla de vialidad, se resistió a ser infraccionado a la altura de la colonia Guadalupe Hidalgo; estos sujetos envalentonados por las drogas y el alcohol agredieron a los oficiales de vialidad de la patrulla  T-335. Al ser detenidos y realizarles examen toxicológico les encontraron  segundo periodo de alcoholismo así como drogados con Metanfetaminas. De ese tamaño es la clase de chafiretes que padecemos y a los que como premio les aumentan un peso al costo del pasaje.
         Para las autoridades, la muerte de docenas de ciudadanos a manos de los transportistas no ha pesado en su ánimo para autorizarles un injusto incremento, así como el pésimo servicio y las carcachas que prestan el servicio público las que obviamente, “con dinero por debajo de la mesa”, permiten que pasen la revista y salgan a la calle a matar ciudadanos.

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