David Larible, el payaso global que hace reír por amor.
“El perfeccionamiento del arte
llega con el amor”
Abel Pérez Rojas
Están equivocados quienes piensan que los payasos sólo propagan bromas fatuas.
David Larible (Verona, Italia, 1957), considerado el mejor payaso del mundo, es ejemplo viviente de que detrás del maquillaje, además de alegría y carisma, hay inteligencia y mucho amor.
David Larible lleva literalmente el circo en las venas, porque proviene de seis generaciones de artistas circenses.
La trayectoria de David ha transcurrido por los más importantes circos del mundo y ha merecido grandes premios y distinciones. En las vitrinas de David se encuentran galardones como el Clown de Oro en el Festival Internacional de Circo de Monte-Carlo o el reconocimiento del Festival de Quan Yang en China.
La tarde que sirve de escenario para la entrevista es especial para David, porque ese día recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Mesoamericana, en reconocimiento a 40 años de brillante trayectoria.
En la charla David aborda el valor del arte popular, la relevancia de la autoformación, los aprendizajes del contacto con las multitudes, las aportaciones de los payasos a los entornos actuales y nos hace reflexionar con el peso que le da la experiencia a sus palabras.
David ¿qué recomendación haces a los jóvenes que están incursionando en la actividad de los circos? ¿Cuál es tu mensaje cuando platicas con los jóvenes?
Mira, yo les digo siempre de que no busquen el éxito. Se habla de que muchos se acercan a esta arte pensando en el éxito, soñando con él, pero el éxito no hay que buscarlo, porque si tú haces las cosas bien, con amor, con cariño, si aplicas tu talento en lo que haces, entonces el éxito te va a llegar. El éxito es una consecuencia no es algo que tengas que buscar, es una consecuencia de lo que haces, es como el aplauso, si haces las cosas bien el aplauso va a llegar.
Por eso el consejo que les puedo dar a los jóvenes es hacer las cosas con amor. Amor es una palabra que a veces se usa en momentos que no deberíamos usarla. Amor es una palabra que yo amo mucho porque amor incluye muchísimos sentimientos: la pasión, la dedicación.
Ama lo que haces, si sólo haces a lo que te dedicas por diversión o por perder el tiempo, mejor ponte a jugar un poco de futbol o haz otras cosas, pero no te acerques a esto, porque la actividad de los payasos es una actividad seria y tienes que afrontarla seriamente.
David ¿Alguna vez has pensado sobre el epitafio de David Larible?
No sé, me gustaría que fuera un epitafio simple y que hablara de lo feliz que fui en vida, o sea que las personas que yo dejé no tienen por qué estar tristes, porque yo tuve de la vida mucho más de lo que me merecía. Cuando tú puedes decir eso, sabiendo que hay muchas personas que sienten que la vida les ha dado muy poco, de verdad que eres bendecido. Me considero una persona muy afortunada porque puedo pensar esto.
David ¿te gustaría que dijera tu epitafio: “Aquí yace un ser que hizo felices a otros y fue feliz”?
Sí, o sea un ser que buscó sólo una cosa: amor.
Concluyo la entrevista con la sensación de haber tomado una pizca de la esencia de David que evidencia los vínculos entre alegría, profesionalismo y amor.
Seguramente David recorrerá una treintena de países antes de que nos volvamos a encontrar, por ello pienso en silencio: ¡Larga vida a David Larible, bien merecido el Doctorado Honoris Causa!
Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/PerezRojasAbel) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige www.sabersinfin.com.
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