viernes, 20 de diciembre de 2013

SABERSINFIN

El inevitable jaque mate también en el espacio.
In memoriam a mi amigo y maestro Raymundo García García.
“Lo inevitable es precedido por lo evitable”
Abel Pérez Rojas

China ha trasladado a la Luna su firme convicción para desbancar a los Estados Unidos como primera potencia mundial. La misión espacial china no tripulada que actualmente recorre suelo lunar es otro preludio de la caída norteamericana.
Como le he dado cuenta, los chinos están arremetiendo con todo en diversos ámbitos: compra de múltiples propiedades, lo mismo en Estados Unidos que en Centroamérica o España; la construcción de la Ciudad del Cine Oriental en Qingdao, la adquisición de deuda norteamericana, el reclutamiento de especialistas europeos para la generación de energía alternativa, el desarrollo de su propia capa de invisibilidad, la reclamación a Japón y Taiwán de las Islas Senkaku, en fin, parece que la lista no acaba.
El panorama anterior -que es sólo un simple botón de muestra- se ve coronado con la opinión recabada por la encuesta del Pew Research Center que puso al descubierto la creencia generalizada en 39 países de que China está a  punto de convertirse en la primera potencia mundial.
A la percepción internacional se suman las predicciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la del National Intelligence Council (o Consejo Nacional de Inteligencia) de Estados Unidos, de que la supremacía económica china será a partir de los años 2016 y 2030 respectivamente.
Por supuesto que el liderazgo mundial no podría asumirse cabalmente sin el debido posicionamiento espacial.
Aunque en la segunda mitad del siglo XX China había recibido asesoría espacial rusa, fue hasta 1999 cuando lanzaron la nave espacial no tripulada Shenzhou-1. Posteriormente China envió al espacio animales pequeños y en 2003 colocó por primera vez un astronauta más allá de la atmósfera terrestre.
El progreso espacial chino ha ido en aumento. La semana pasada China logró convertirse en el tercer país en alunizar.
Los logros de la misión espacial Chang’e-3 podrían ser la antesala para los viajes tripulados a la Luna. Algunos especialistas auguran que astronautas chinos estarían pisando suelo lunar en el año 2025.
Las verdaderas intenciones de China de llegar a la Luna son secreto de Estado, pero las versiones públicas apuntan a la investigación de fuentes más potentes y duraderas de energía, la generación de conocimiento espacial de primera mano que podría repercutir incalculablemente en sectores como el comercio exterior, la medicina, la industria militar, entre otros.
Los logros espaciales chinos contrastan con la política adoptada en el 2010 por el gobierno de Barack Obama, a través de la cual se canceló, por cuestiones presupuestarias, el programa Constellation, en consecuencia la intención de llevar expediciones tripuladas a la Luna en el 2020 se truncó: Marte quedó más lejos para los norteamericanos.
Ocupar el primer lugar entre las potencias terrestres no es sólo una cuestión de orgullo y vanidad, ser la potencia número uno implica imponer condiciones ventajosas al resto de los países. China lo sabe y va viento en popa.
Si analizamos los últimos acontecimientos mundiales a la luz del ajedrez, veríamos que las piezas chinas se mueven por el tablero internacional, y ahora espacial, en una estrategia que pretende generar jaque mate a los norteamericanos a fin de evitar una nueva y desgastante Guerra Fría que a la larga saldría más cara, es decir, pretende ser tan contundente la victoria china que sería suicida la oposición norteamericana.
Aún faltan muchos capítulos para presenciar la coronación china, pero sólo es cuestión de tiempo, y la conquista del espacio es una vertiente también inevitable. 
Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com / @abelpr5 / facebook.com/PerezRojasAbel) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com. 


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