viernes, 25 de mayo de 2012

Más y mejores aulas en la BUAP en beneficio de los estudiantes y la generación de conocimientos: EAI

La transformación de las áreas físicas de la BUAP ha significado tanto un impacto estético en la vida cotidiana de los universitarios, como un crecimiento sin precedentes en la infraestructura que se traduce en nuevos y mejores espacios para la educación, como aulas, laboratorios y edificios, afirmó el Rector Enrique Agüera Ibáñez.

Al realizar un recorrido por el nuevo edificio de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), en Ciudad Universitaria, confirmó su vocación de continuar trabajando, hasta el último día de su gestión, con el propósito de crear nuevos lugares, más aulas para la educación, pues –dijo- “el conocimiento es el centro vital de nuestro quehacer y hoy no hay una sola escuela o facultad que no esté en condiciones de asumir los retos del presente”.

“Hemos ido tejiendo una transformación sin precedentes, siempre en beneficio de los estudiantes”, comentó a los docentes y alumnos de esa unidad académica, mientras observaban el entorno físico, el Parque Bicentenario, junto al nuevo inmueble.

Con una superficie construida de mil 445.34 metros cuadrados, el nuevo edificio de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP consta de cuatro coordinaciones, un aula virtual, dirección, oficinas administrativas y sanitarios, en la planta baja; mientras que en el primer nivel seis aulas con cupo para 32 alumnos y sanitarios y en el segundo piso 22 cubículos, dos aulas para 32 estudiantes y sanitarios.

Instalada en su nuevo cubículo, en la parte alta del edificio, Yanet Arriola Morales, profesora-investigadora de la FIQ, comentó: “Estoy muy contenta, a gusto, trabajando en estos nuevos espacios, sobre todo porque nos brindan una nueva dimensión para atender a los estudiantes, a los tesistas. Nos ha hecho sentir bien, trabajar más a gusto, pues no había espacios suficientes y ahora contamos con un mejor lugar para trabajar con los alumnos”.

Más tarde, el Rector Enrique Agüera Ibáñez se trasladó al área que ocupaba la Biblioteca Ingeniero Luis Barragán, en la Facultad de Arquitectura, donde le presentaron el proyecto de remodelación para habilitarla con nuevas aulas y cubículos.

Allí, ante estudiantes, docentes y trabajadores, habló de la necesidad de vincular el progreso con la sustentabilidad y cuidado del medio ambiente: “El crecimiento físico en Ciudad Universitaria debe estar orientado hacia la generación de espacios compartidos, porque ya no hay áreas para seguir construyendo”.

Existe, continuó, la Ciudad de la Ciencia y el Conocimiento, ya en proceso, donde sí será factible edificar para nuevas licenciaturas; allí está orientado el futuro de la Universidad, porque la Universidad no puede dejar de seguir creciendo”.

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