“No es fácil la formación ciudadana autogestiva”.
Abel Pérez Rojas.
¿Cuál es el motivo por el cual miles de personas en redes sociales y en la calle se han manifestado en contra de la salida de Carmen Aristegui y de su equipo de trabajo de MVS Radio?
El noticiero de Carmen Aristegui en MVS ha sido hasta hace poco el informativo más crítico que jamás haya existido en la historia de la radio en México.
Carmen Aristegui y su equipo han desnudado, en un puñado de investigaciones, la podredumbre del sistema político en nuestro país. Esto se dice en pocas palabras, pero generaciones transitaron sin haber presenciado esto.
Por otra parte, en un país como el nuestro, cuya constante es que “no pasa nada”, las voces que remueven las conciencias en torno a los abusos de poder se han ido reduciendo considerablemente, primero porque el nuestro es un país mortal para los periodistas y segundo porque las enfermedades propias de la edad avanzada nos van quitando poco a poco personajes como Julio Scherer García o Vicente Leñero.
Pero, independientemente de los argumentos de ambas partes en el más reciente conflicto MVS-Aristegui, lo cierto es que la salida de Carmen deja momentáneamente un hueco en la vida democrática del país.
En los últimos años el noticiero de Carmen Aristegui en MVS se convirtió en un referente para la búsqueda de información alternativa, y en una rica fuente de abastecimiento noticioso para los medios internacionales.
Independientemente de los argumentos que se esgrimen para justificar las decisiones contra Carmen Aristegui y su equipo, es innegable su contribución para el equilibrio informativo de la sociedad, sobre todo cuando en nuestro país la opinión pública aún es comandada por las dos grandes cadenas de televisión y medios afines.
En este sentido Carmen Aristegui y compañía nos han mostrado que, por el bien de un país, es necesario llevar la investigación a sus últimas consecuencias y que una verdad formal –mejor dicho oficial- puede estar sesgada por la corrupción, el conflicto de intereses, la incapacidad o la colusión.
A la par de la maduración y consolidación profesional de Carmen Aristegui y su equipo, su auditorio –cada vez más numeroso- fue también entrenándose en la escucha crítica y reflexiva, es decir, se estableció una relación dialógica entre audiencia y comunicadores-investigadores.
La relación dialógica fue más allá de su emisión radiofónica y se trasladó a la publicación diferida de los contenidos, de tal manera que tanto en las redes sociales como en los apartados al calce de las publicaciones se fueron conformando amplios foros de diálogo, discusión y desahogo.
La audiencia ha aprendido – al igual que lo hace una persona analfabeta – a interpretar la realidad de otra manera, al comprender los signos y el contexto que surgen de las investigaciones de Aristegui y su equipo. En este sentido las investigaciones arrojan el material para las meta lecturas que cuajan en las mesas de análisis del informativo.
Por lo anterior, son entendibles las manifestaciones solidarias presenciales y en redes sociales a favor de Carmen y su equipo, porque una buena cantidad de la sociedad mexicana con justa razón siente que se les priva de algo que les da vida y que les ha permitido crecer como seres pensantes.
A donde llegue Carmen Aristegui y su equipo le seguirán miles, porque miles ya no están dispuestos a privarse del material reflexivo que les permita continuar su proceso de alfabetización ciudadana. ¿O no?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.
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