Lo anterior fue informado por el presidente del capítulo Puebla de la Fundación Equipo, Equidad y Progreso A.C., Mario Carillo Cubillas, quien subrayó la necesidad de impulsar el desarrollo de la juventud a través de educación de calidad accesible para todos; cobertura universal en educación superior y media superior, además de dar apoyo a los estudiantes para propiciar la permanencia o reinserción de los jóvenes en el sistema educativo.
Aseguró que es primordial proporcionar a los jóvenes del país los insumos que los preparen para su vida laboral. “Las y los jóvenes tienen derecho a trabajar, y en un país donde la juventud cada vez se enfrenta a una mayor competencia, es el Estado el que debe asegurar condiciones aptas para que tengan un trabajo”, dijo.
Esto es posible si se concierta con empresas la apertura de empleos de medio tiempo y primer empleo garantizando sus derechos laborales y si se crean fondos para empresas juveniles, explicó.
“Reconocemos como indispensable para los jóvenes estar en posibilidad de emanciparse y contar las capacidades y remuneración suficiente para desarrollar su plan de vida en autonomía”, añadió.
Dijo que México requiere un líder moderno, que entienda los cambios en los ciclos de vida que experimenta el México actual, que ubique a una juventud conectada con el mundo que requiere herramientas para su intervención global.
“Necesitamos un líder que identifique a la juventud reconociendo la importancia estratégica que tiene para el país el bono demográfico, un líder que impulse el intercambio educativo y estimule la innovación tecnológica, un político que enfrente el diálogo intergeneracional y abra la puerta a una renovación de las instituciones de la mano de los jóvenes”.
Carillo Cubillas aseguró que esta propuesta sí es posible llevarla a cabo y ejemplificó con el caso del Distrito Federal, “el cual instrumentó el programa de becas de preparatoria más amplio de América Latina, permitiendo a más de 200 mil jóvenes que continúen sus estudios en preparatoria y universidad”.
Indicó que en la Ciudad de México, los jóvenes menos afortunados cuentan con el sistema de transporte más en forma gratuita, acceden al seguro de desempleo y cuentan capacitación para vincularse a los sectores productivos, “y si en el DF se pudo hacer, también se puede poner en marcha en todo el país”, concluyó.
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