miércoles, 14 de septiembre de 2011

Caravana del Sur Día 5: Manchadas de rojo están las fronteras

 Ixtepec, Oaxaca 14 de septiembre de 2011 (Cencos).-Nos hemos aproximado a Juchitán, adentrándonos a ese sur oaxaqueño que es el istmo, dejando de lado la Sierra Madre Occidental. Una palabra suena repetidas veces, cada vez más fuerte entre los caravaneros y entre los pensamientos: migrantes.
Los y las centroamericanas y sudamericanos han dado una nueva geografía a México, en el sur que se nombraba como San Cristobal, Villahermosa, Tuxtla, Palenque... ahora suena Ciudad Hidalgo, Tenosique, Arriaga, Aguas Blancas, La Patrona e Ixtepec. Suenan también el tren de la muerte, la bestia, la migra, los zetas, las extorsiones, secuestros, polleros, las dudas, direcciones, historias de sueños kilómetros delante, de añorados idilios a enriquecer y llamadas de larga distancia por cobrar.
En tierra juchiteca la caravana descendió de los 14 autobuses, caminamos hacia la esquina de la calle Carr Panamericana y 16 de Septiembre, en la contraesquina ya nos esperaba el contingente de la preparatoria Marista con sus uniformes escolares y una gran manta del albergue de migrantes Hermanos del Camino en apoyo al movimiento, también muchas personas con flores y saludos caminaron con nosotros.
En medio de la marcha, un contingente de personas migrantes que ha acompañado a la Caravana de la Paz hasta este su quinto día de camino,  sostenía la bandera de Honduras, lanzaban gritos de hermandad “Viva Honduras, Guatemala, El Salvador, los Catrachos, vivan los hermanos sudamericanos”.
Entramos por la calle principal, que ya estaba adornada toda con motivos del mes patrio, volaban los papeles picados con los rostros de Miguel Hidalgo y José María Morelos, en verde, blanco y rojo. Al fondo, sobre el templete la Banda Filarmónica Infantil Badu Naxi nos esperaba, en la primera fila las niñas con sus vestidos de tehuanas, sus flores en la cabeza y sus instrumentos de viento. Una de ellas pasó al frente y dijo “si la música es el lenguaje del alma, que las notas hablen por si solas". Entonaron La llorona.
A los pies del templete se acomodaron familiares de las víctimas, traían consigo las fotografías de los seres amados, perdidos por la violencia, frente a ellos la plaza llena de los y las juchitecas que acudió al llamado por la paz.
Esta caravana, como lo fue la del norte, tiene como uno de sus objetivos recoger los testimonios de las víctimas de la violencia y crear unión entre las y los agraviados, así lo ha hecho a través del territorio mexicano, ahora en Juchitán también se dejó ver el dolor y que aquí se vive.
Luis Omar López, integrante de los organizadores del acto, contaba como si fuera una broma, que en Oaxaca todavía hay Reyes, Duques, Condes y Señores feudales que mantienen su poderío a costa de la gente pobre “en esta tierra, no sólo se cuentan los muertos de la guerra, también los muertos de hambre, los muertos por falta de servicios de salud, aquí las víctimas son los permanentes damnificados del sistema caciquil y de los vicios de los gobernantes corruptos” testimonio que concuerda con lo que ya hemos venido recogiendo en territorio sureño donde la violencia tiene muchas caras.
Tocó también compartir lo que pasa en el norte, Amada Puentes González es una madre que viene desde Nuevo León reclamando la justicia para su hijo. “Él fue desparecido por la policía regia, sabemos quienes son, tenemos los números de patrulla, son la 538, 534, y la 540, pusimos la denuncia pero fueron solapados por la Procuraduría estatal y los mantienen en sus puestos- dijo Amada sobre el caso de su hijo-.

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