Por Alejandro Fernández Martínez
La sobre representación del trabajador en México, ha definido la debacle del Sindicalismo obrero, arrastrando con ello, pérdida de fuentes de empleo, falta de respeto al derecho de organización, salarios paupérrimos, nulas condiciones para laborar y lo peor, ceder espacios de representación política a quienes en el papel los explotan.
Norberto Aponte Luna, líder textil y Secretario General de la FROC-CROC en la década de los sesenta, durante una charla con éste reportero, ve con tristeza, y siente preocupación al ver nacer un nieto más, con el desconcierto de no saber cuál será su futuro, “como que descuidamos todo” dice.
“Si a nosotros nos calificaron líderes charros en nuestro tiempo, hoy quienes dicen representar algún gremio de trabajadores, resultan unos Charritos monta perros, que no sirven para la defensa de sus representados, de nada sirve que carguen buenos títulos profesionales” indicó.
Con nostalgia menciona, que hace tiempo los líderes obreros, como J. Hernández, Blas Chumacero, Manuel Rivera Anaya, etcétera -por mencionar algunos- cuando visitaban representante municipal, estatal o nacional, el paso era inmediato, ahora ante esta misma solicitud, los hacen esperar días o semanas, criticó.
¿Qué pasó con esa fuerza que representaban?, que con la aparición de sindicatos nuevos –independientes- se sobre represento a éste sector, y lo que anteriormente era muestra de fuerza en contingentes, ahora sólo existe desorganización.
Estas apariciones provocaron un importante debilitamiento al movimiento, que sumado al estancamiento tecnológico, la falta de modernización de empresarios, se dio el cierre de fábricas, se presentó el auto empleo y el sindicalismo perdió fuerza, y acabó sin representar a nadie.
El viejo dirigente minado en su salud, dijo tener claro, que la única salida para los trabajadores mexicanos es la educación, si nosotros no tuvimos la suficiente capacidad, tampoco los abandonamos a su suerte aseguró.
Hoy se juega con la ley, las altas y bajas sin ton ni son ante el IMSS son una burla para el trabajador, el dirigente y el empresario con la finalidad de que el obrero no cree derechos, manipulan su información a su interés y le hacen perder un valioso tiempo para su jubilación, desgraciadamente el obrero mantiene la venda en los ojos.
Criticó al sindicalismo magisterial, de haber perdido el rumbo, perdido el respeto de la sociedad por su necedad de figurar en el espectro político, perdió su jerarquía e hizo que generaciones escolares perdieran el camino de la educación.
Los nuevos empresarios, con su sello particular de “No a la organización”, apoyados con la falta de empleo, obliga que los trabajadores acepten, cualquier condición de empleo, aceptan todo lo que les ofrecen.
Los espacios políticos, antes del movimiento obrero, han sido retomados por empresarios, ahora ellos formulan leyes, dictan líneas administrativas en políticas públicas, y manipulan a su interés, dejando todo a modo para mantener el Poder Económico y político.
Mientras, el Movimiento Sindical se extingue por no tener ya a quién representar, la necesidad por la cual surgió ya no existe, ahora todo el sindicalismo es manejado por intereses pro-gobiernistas presentes en el IMSS, los Telefonistas, los Burócratas, Pemex, CFE, etcétera, ya no existe necesidad, todo se encuentra controlado.
“El Sindicalismo nació por necesidad, hoy se acabó la necesidad, y los pocos que la tienen, deben soportar porque no hay trabajo”.
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