Por Raquel Martínez Brenis
El asunto de los mototaxis se está convirtiendo en un verdadero problema para las autoridades del gobierno del estado, que le lanzaron la bolita al Congreso local para que sea el legislativo donde se dé fin a este transporte público, que ha resultado, por un lado una ayuda para quienes viven en comunidades alejadas y por el otro una competencia para los intereses de los dueños de concesiones acostumbrados hacer lo que se les pega la gana. Por un lado la Unión de Mototaxis del Estado de Puebla pide a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes el reconocimiento como unidades de transporte público autorizado. Aseguran que la pasada administración estatal les dio autorización para explotar este servicio por medio del pago de 10 mil pesos por permiso. Sin embargo el nuevo gobierno presionado por los permisionarios desconoce lo acordado por la pasada administración e intenta impedirles seguir trabajando.
El 3 de junio de 2009, el diputado José Manuel Benigno Pérez Vega mejor conocido como Pepe Momoxpan, presentó una iniciativa para legalizar los mototaxis. En su exposición de motivos, el legislador señala que ante el crecimiento de la mancha urbana y el surgimiento de nuevos centros de población, surgieron medios alternativos de transporte para los usuarios, en este caso los mototaxis que no cuentan con una regulación y un permiso que les permita circular, por lo que propuso a la Legislatura la reforma y adición de los artículos 17 fracción II, 77, 79 en su segundo párrafo, 91, 98, 116 y 117 de la Ley de Transporte del Estado Libre y Soberano de Puebla para adicionar a la fracción II, un inciso más para que quede Inciso b) moto taxi.
Sin embargo esta alternativa de transporte afectó poderosos intereses que siguen haciendo lo posible porque el Congreso no los legalice y les impida sigan operando.
Los diputados deben ir más allá de interese personales y de grupo; deben realizar una investigación seria de este medio alternativo de transporte y sobre todo, consultar a los directamente interesados, que son los ciudadanos.
Hace unos días acudimos a varios municipios del Distrito de Ciudad Serdán para preguntar a los usuarios si aprobaban o reprobaban los mototaxis. La respuesta fue contundente: los mototaxis son necesarios. En Tlachichuca por ejemplo fuimos testigos de la aceptación de este tipo de transporte, el gusto, la facilidad y lo económico como se transportan amas de casa con su “mandado”, estudiantes, campesinos para su parcela etcétera.
Al contrario de los taxis que permanecen en sus bases, cobran más caro y no son colectivos, los mototaxis circulan continuamente por todo el municipio y comunidades circunvecinas, por lo que hacen más llevadera la vida de la gente.
El Congreso decidió la desaparición de este servicio que estaba en vías de ser aprobado, solamente que los legisladores cometieron una pifia al permitir que el diputado y presidente de la Comisión de Transporte Jorge Garcilaso votara, cuando por ser propietario de concesiones estaba impedido para ello, por lo que los mototaxistas tienen una oportunidad para ampararse.
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